El sonido es un idioma universal. Debemos evitar que por ignorancia, desidia o maldad, se transforme en un instrumento tortuoso
En casa y departamentos: Evitar hablar en voz alta en los espacios comunes, patios, pasillos, etc... Exijamos moderación en el volumen de uso de radios, televisores minicomponentes, etc...
En escuelas y universidades: hay que centrar la capacitación de maestros, profesores y autoridades a través de un equipo especializado externo.
En la calle: evitemos el uso innecesario de la bocina. Evitemos el uso de bocinas estridentes y/o sirenas ululantes